LO QUE NO SE DICE. Una teoria de la actuación.
Raúl Serrano
ISBN: 978-987-1155-90-3
Páginas: 256
Con este ensayo entregamos a los lectores un resumen de los conocimientos que fuimos adquiriendo durante un prática de la cátedra que lleva ya más de cuarenta años. En verdad es la historia de una idea.
No es nuestra intención formular un nuevo lenguaje teatral, ni una poética capaz de expresar la época en profundidad. Tampoco intentamos convencer a nadie que el modo que nosotros sugerimos para construir el personaje teatral y la situación, sea el mejor o el más expresivo. La técnica constructiva del realismo escénico constituye el eje de nuestras reflexiones, pero no porque tenga más valor como estilo entre otros. En mi época la realidad era algo que estaba ahí afuera. Y golpeaba duro. Ahora sigue habiendo algo que no es mi yo y que sigue pegando. Lo que pasa es que la teoría no puede ya atraparlo. De todos modos, siempre hay alguien que quiere conocer un poco más del vínculo entre lo que es propio y lo que sigue estando afuera. A ellos está dirigido este ensayo.
La creatividad, creemos, consiste en la superación de las instancias técnicas y no solamente en la búsqueda de la novedad. Lo creativo implica además otros valores y no puede enseñarse.
Nuestro objetivo es pequeño y pertenece al campo de la pedagogía. Queremos difundir un modo específico del análisis actoral que se basa en la construcción de un objeto sobre la escena. Procuramos una técnica que produzca vida sobre el escenario. Desde hace ya mucho tiempo intento saber qué es lo que hace un actor cuando aparentemente no hace nada... y resulta expresivos. Es una antigua cuestión. Para muchos superada. Pero insisto en considerarla central para la formación actores.
Durante años me preocupé acerca del modo teatral de tomarse un cafecito en escena. ¡Una cuestión insignificante! Chejov tiene la culpa de que haya pedido mi tiempo en hechos tan menores. Como decía mi otro amigo Bertolt Brecht: "Una cuestión sencilla, muy difícil de resolver como todas las cuestiones sencillas de la vida."
Creo que la principal tarea de un actor es crear "presente", "aquí y ahora" sobre la escena: aunque vivamos en ellos se constituyen como un serio problama cuando se los pretende crear en el teatro: muchas veces el resultado todavía muestra los ensayos, lo ya preparado, los hilvanes. La vida escénica debe ser producida, la vida de la calle simplemente "es". He aquí la justificación de nuestros afanes.
Antes de la época de la reproducción técnica, la obra de arte poseía un "aura": su unicidad, su irrepetibilidad, su intraducibilidad era lo que había que ver y valorar. Había que viajar, había que acercarse. Luego con la posibilidad de su reproducción mecánica la obrade arte fue perdiendo aquel halo de singularidad.
Solamente un arte seguió poseyendo aura: la actuación teatral. Este ensayo pretende destacar este rasgo como un factor diferente. Queremos valorizarlo. La empatía que surge de ese presente teatral que nos envuelve a todos, (en esto me muestro en contra de lo que sostiene mi amigo Brecht), puede tambien servir para cambiar las cosas y posee un alto valor estético. Mi historia es apenas el trayecto recorrido para comprender ese fenómeno.
Raúl Serrano
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LO QUE NO SE DICE. Una teoria de la actuación.
Raúl Serrano
ISBN: 978-987-1155-90-3
Páginas: 256
Con este ensayo entregamos a los lectores un resumen de los conocimientos que fuimos adquiriendo durante un prática de la cátedra que lleva ya más de cuarenta años. En verdad es la historia de una idea.
No es nuestra intención formular un nuevo lenguaje teatral, ni una poética capaz de expresar la época en profundidad. Tampoco intentamos convencer a nadie que el modo que nosotros sugerimos para construir el personaje teatral y la situación, sea el mejor o el más expresivo. La técnica constructiva del realismo escénico constituye el eje de nuestras reflexiones, pero no porque tenga más valor como estilo entre otros. En mi época la realidad era algo que estaba ahí afuera. Y golpeaba duro. Ahora sigue habiendo algo que no es mi yo y que sigue pegando. Lo que pasa es que la teoría no puede ya atraparlo. De todos modos, siempre hay alguien que quiere conocer un poco más del vínculo entre lo que es propio y lo que sigue estando afuera. A ellos está dirigido este ensayo.
La creatividad, creemos, consiste en la superación de las instancias técnicas y no solamente en la búsqueda de la novedad. Lo creativo implica además otros valores y no puede enseñarse.
Nuestro objetivo es pequeño y pertenece al campo de la pedagogía. Queremos difundir un modo específico del análisis actoral que se basa en la construcción de un objeto sobre la escena. Procuramos una técnica que produzca vida sobre el escenario. Desde hace ya mucho tiempo intento saber qué es lo que hace un actor cuando aparentemente no hace nada... y resulta expresivos. Es una antigua cuestión. Para muchos superada. Pero insisto en considerarla central para la formación actores.
Durante años me preocupé acerca del modo teatral de tomarse un cafecito en escena. ¡Una cuestión insignificante! Chejov tiene la culpa de que haya pedido mi tiempo en hechos tan menores. Como decía mi otro amigo Bertolt Brecht: "Una cuestión sencilla, muy difícil de resolver como todas las cuestiones sencillas de la vida."
Creo que la principal tarea de un actor es crear "presente", "aquí y ahora" sobre la escena: aunque vivamos en ellos se constituyen como un serio problama cuando se los pretende crear en el teatro: muchas veces el resultado todavía muestra los ensayos, lo ya preparado, los hilvanes. La vida escénica debe ser producida, la vida de la calle simplemente "es". He aquí la justificación de nuestros afanes.
Antes de la época de la reproducción técnica, la obra de arte poseía un "aura": su unicidad, su irrepetibilidad, su intraducibilidad era lo que había que ver y valorar. Había que viajar, había que acercarse. Luego con la posibilidad de su reproducción mecánica la obrade arte fue perdiendo aquel halo de singularidad.
Solamente un arte seguió poseyendo aura: la actuación teatral. Este ensayo pretende destacar este rasgo como un factor diferente. Queremos valorizarlo. La empatía que surge de ese presente teatral que nos envuelve a todos, (en esto me muestro en contra de lo que sostiene mi amigo Brecht), puede tambien servir para cambiar las cosas y posee un alto valor estético. Mi historia es apenas el trayecto recorrido para comprender ese fenómeno.
Raúl Serrano