Hacía falta que fuera un pintor quien diera en este clavo: ¿y si el órgano del pensamiento se comportara más o menos igual que el órgano de la visión, igual que el ojo? ¿Y si es que pensamos parecido a como vemos? En ese caso deberíamos asumir que ver es –en principio– decidir qué parte del asunto no veremos; es discriminar una figura (él la llama “significado”) sobre un fondo (“sentido”, para él). De allí en más, este libro propone un movimiento oscilatorio que –si no sirviera como filosofía, ya que de preparación para la muerte tiene poco– al menos sí funcionará como ficción apasionante, como poesía descarada, como manual de verosimilitud para el diseño de catástrofes, y –en tanto oscilación– como columpio. Pensar como experiencia. “Ser arrastrado por un movimiento incesante que fluye hacia lo desconocido y lo inesperado; porque aquello que nos hace pensar no piensa”. Apenas ve.
La temprana desaparición de Eduardo del Estal nos deja a sus huérfanos lectores, seguidores y discípulos en medio de una caótica maraña de textos inéditos. Quedamos absortos ante una pedagogía inaplicable o una experiencia pura de filosofía que se siente al choque y con el cuerpo. La presente reedición de esta Historia de la mirada es –sin duda– el primer paso fundamental para rescatar una obra enorme, rizada sobre sí misma y derramándose generosa sobre muchos campos del quehacer artístico y filosófico: sirve como manual de música, de dramaturgia, de plástica, de lingüística, de ética, de ontología, de lógica, de retórica, de poesía, de estética. Y también es un libro de viaje que sirve para visitar el mismo mundo en el que estábamos y verlo de nuevo con ojos de asombro y renovados.
Rafael Spregelburd
Este volumen cumple con una función impostergable: poner a los lectores en contacto con el pensamiento de Eduardo del Estal. Seleccionados por el mismo autor, se incluyen en este tomo cuatro textos esenciales: “Historia de la Mirada”, “La Máquina de Significación – Figura y Fondo”, “El Texto como Territorio” y “¿Qué significa Pensar en Castellano?”.
Jorge Dubatti
Hacía falta que fuera un pintor quien diera en este clavo: ¿y si el órgano del pensamiento se comportara más o menos igual que el órgano de la visión, igual que el ojo? ¿Y si es que pensamos parecido a como vemos? En ese caso deberíamos asumir que ver es –en principio– decidir qué parte del asunto no veremos; es discriminar una figura (él la llama “significado”) sobre un fondo (“sentido”, para él). De allí en más, este libro propone un movimiento oscilatorio que –si no sirviera como filosofía, ya que de preparación para la muerte tiene poco– al menos sí funcionará como ficción apasionante, como poesía descarada, como manual de verosimilitud para el diseño de catástrofes, y –en tanto oscilación– como columpio. Pensar como experiencia. “Ser arrastrado por un movimiento incesante que fluye hacia lo desconocido y lo inesperado; porque aquello que nos hace pensar no piensa”. Apenas ve.
La temprana desaparición de Eduardo del Estal nos deja a sus huérfanos lectores, seguidores y discípulos en medio de una caótica maraña de textos inéditos. Quedamos absortos ante una pedagogía inaplicable o una experiencia pura de filosofía que se siente al choque y con el cuerpo. La presente reedición de esta Historia de la mirada es –sin duda– el primer paso fundamental para rescatar una obra enorme, rizada sobre sí misma y derramándose generosa sobre muchos campos del quehacer artístico y filosófico: sirve como manual de música, de dramaturgia, de plástica, de lingüística, de ética, de ontología, de lógica, de retórica, de poesía, de estética. Y también es un libro de viaje que sirve para visitar el mismo mundo en el que estábamos y verlo de nuevo con ojos de asombro y renovados.
Rafael Spregelburd
Este volumen cumple con una función impostergable: poner a los lectores en contacto con el pensamiento de Eduardo del Estal. Seleccionados por el mismo autor, se incluyen en este tomo cuatro textos esenciales: “Historia de la Mirada”, “La Máquina de Significación – Figura y Fondo”, “El Texto como Territorio” y “¿Qué significa Pensar en Castellano?”.
Jorge Dubatti